La «V» significa vitalidad arrolladora. Sus motores fueraborda con una impresionante potencia de 700 CV le permiten maniobrar de manera intuitiva y acelerar de forma instantánea. La «V» también puede ser sinónimo de vivencia. Y es que justo eso es lo que uno siente al lanzarse al agua desde las plataformas de teca situadas a ambos lados de la embarcación.
El gran cristal panorámico ofrece una visibilidad periférica inigualable.
El frente de cristal se puede abrir para que el interior y el exterior fluyan sin barreras entre sí, creando un cómodo espacio de libre movimiento en un único nivel. Variable también empieza por «V». Y es que la configuración de la cabina puede variarse según el número de tripulantes; la distribución de los asientos se puede adaptar a la ocasión. En lo que respecta a calidad de fabricación y materiales, la «V» es sinónimo de alto valor. El Sealine C390v está esperándole para que disfrute de todas estas facetas de ensueño. ¡Drive your Dream!